En mis silencios, refugio esas memorias que me gritan mil recuerdos. Escondida, enmudezco palabras, canciones, sueños.. Me ausento de TODO. Y en realidad, solo quiero huir de ti. De ti y de ese recuerdo tuyo. Pero no puedo.
El final de esta historia, que bien pudo ser nuestra, se rebela y sigue sin escupir el punto que falta para acabar lo que nunca tuvimos.
Busco la razón, para ahí ahogar tu nombre, pero nada sucumbe a la fuerza que nos une. Y en el eco de nuestras distancias, aun me llega tu esencia tatuada en las que fueron nuestras letras. Entonces, me escondo en el silencio, pero el olvido se olvida de que te quiero olvidar…
En Inglaterra se desnuda un piano. Imagina a la gente. Ese escarabajo que no se sabe cadáver y de nuevo, la blanca fama en melodía de piano. Una terca guitarra en los dedos de Eric, siempre dice lo mismo: Layla.
El silencio no se escapa del destino. Ni el amor.